Cucaracha: bicho asqueroso, grande, sucio, horrible, capaz de inmiscuirse en lugares en los que parece imposible que quepa, dotado de un poder de persistencia y avasallamiento sólo comparable al inmenso poder imaginario con el que penetra también en nuestras mentes frágiles y sensibles; insecto despreciable que al ser aplastado distribuye por los alrededores un relleno blanco que revuelve el estómago de su asesino; monstruo menor, antenoso, terrorífico, cuyo roce despierta molestias de tal poder que debemos creerlas provenientes de una historia atávica de rivalidad inverosímil, en la que un insecto apenas dotado de unos centímetros de tamaño es capaz de jaquear o al menos perturbar a los gigantones que somos, no sólo poseedores de un tamaño infinitamente superior sino también de una inteligencia en la comparación privilegiada; insecto emisario de un infierno de asco y repugnancia, en el que nuestras inmoralidades no merecen la reprobación ni el fuego sino el castigo aun más espantoso de una permanente exposición a su mundo de nausea y suciedad.
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viernes, 31 de agosto de 2007
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