jueves, 13 de septiembre de 2007

El Loco Iván

Según un estudio de la Universidad de Garchford, se puede verificar el uso de una técnica submarinística pero en la superficie. El Loco Iván, o "Crazy Ivan", era un movimiento táctico de los submarinistas rusos. Al no tener un sonar en la cola del submarino, en época de guerra fría, la maniobra consistía en rotar levemente el submarino para no tener la contaminación sonora de la cola en el sonar y poder ver al que venía por detrás.

Ahora bien, dicha técnica se utiliza en la calle, no para observar un submarino enemigo, si no para calificar las tetas de alguna mina que esté más buena que el pan y que viene, justamente, detrás nuestro, y a la vez, queremos mantener cierta compostura.

El "Crazy Ivan" es ideal para no quedar demasiado expuesto, tiene varios trucos y no es la única forma de observar un buen par de gomas o un orto infernal, no, pero es una clásica en el tráfico porteño.

Vamos a analizar el estudio y comentar los errores clásicos al mirarle las tetas a una mina, este estudio serio y consensuado entre distintas eminencias del ámbito académico internacional (profesores con premios Nobel como Rocco S. y Ron J.) seguramente no tardará en aparecer en las páginas de Infobae, nuestro pequeño aporte para informarles del mismo, a continuación


"El Groncho"

La técnica llamada "Groncho" más común es la visión frontal y directa del objetivo, cuando este se encuentra delante nuestro y avanzando hacia nosotros. Esta técnica tiene varios defectos, el principal es la mala imagen que deja al "observador", sin ningún escrúpulo ni respeto "pispea" los melones femeninos de forma directa. No sólo se hace en dirección hacia el "objetivo" si no que al pasar a su lado el cuello del observador continúa el seguimiento hasta provocar la casi-desnucación del mismo y se pasa de teta a culo en un solo movimiento (algunos más avanzados utilizan el movimiento de cadera acompañando el cuello y evitan así el desmembramiento).



Esta técnica suele estar acompañada de emisión verbal de "piropos de clase obrera" pero extremadamente simples, damos ejemplos:

"que par de gomas, mami"
"pero mirá que orto"
"mmmmmh"

El resultado patético de esta metodología implica no sólo el asco del objetivo, su total avergonzamiento por semejante ultraje grosero y una muy baja probabilidad de éxito salvo casos extremos como: mujeres con alto nivel de incogibilidad, travestis, homosexuales reprimidos (los no reprimidos también se ofenderían con tanta agresividad).

Desaconsejamos su uso reiterado, es una metodología muy agresiva e invasiva. En el peor de los casos se ha observado un acompañamiento del giro de cuello pero pasando por encima del hombro femenino e incluyendo una "olida" sonora para simular un "pero que rico olor a c...". Esto es 100% seguridad de rechazo social justificado.

Desde ya no podemos quedarnos con esta técnica, pero podemos perfeccionarla. Hay varios métodos, aunque son complementos de la técnica del "Crazy Ivan", pueden ser útiles.

a.- mirar primero desinteresadamente a los ojos del objetivo, ésta notará que no eres un grosero miratetas y hasta podrá sonreír por tu atrevimiento de mirar a los ojos, en ese momento bajará la mirada y ahí si, podrás mirar tranquilamente las tetas, PERO SIN MOVER EL CUELLO! El trasero se complementa con un "Crazy Ivan"

b.- mirar desinteresadamente hasta cualquier otro objetivo y en el momento de mayor acercamiento mirar inescrupulosamente su pecho, luego seguir caminando recordándolo.

En ambos casos la invasión es mínima aunque existente, pero por lo menos no es un escaneo completo del objetivo ni incluye frases groseras.


"La carrera"

Cuendo el objetivo y el observador se encuentran en el mismo camino y en la misma dirección hay una gran oportunidad de ver su trasero, analizar su andar, sus piernas, hasta los pies, la espalda, el pelo... pero no la cara ni las tetas.

Algunos se preguntarán ¿para que verle la cara? bueno, pues en base a la teoría del estudio de la Universidad de Garchford es importante el rostro pues "para poder empomártela, antes te la tenés que chamuyar" (pág. 25, párrafo 3, del estudio), lo que puede influír en nuestra visión de "belleza" e interés por el objetivo.



"La Carrera" se aplica cuando la distancia al objetivo es mayor a la deseada, el problema de acelerar a una velocidad mayor que la de ella implica que en algún momento la pasaremos.

El acercamiento permite ver tranquilamente sus asentaderas pero al pasarla a semejante velocidad apenas podemos tener una apreciación de su rostro o tetas, pero habitualmente es suficiente como para saber si debemos seguir corriendo y más rápido aún, o si debemos pasar a modalidad "Crazy Ivan". Igualmente siempre terminamos por delante del objetivo y el observador deberá buscar una excusa buena para retornar a la retaguardia si es que lo único interesante era el culo.


"Crazy Ivan"

Es muy común que caminando por la calle veamos el rostro de sorpresa de otros hombres que van en dirección contraria, notamos que curiosamente están mirando a alguien detrás nuestro con la modalidad "El Groncho", rotamos levemente (o exageradamente, todavía tenemos derecho, no sabemos quien está detrás nuestro) y vemos una descomunal yegua que parte el camino. Es momento de aplicar la técnica sutil, el loco Iván.

Primero hay que regular la velocidad para mantener la misma que el objetivo, caso contrario se transformaría una "La Carrera" pero invertida, con ella superándonos y así poder confirmar que semejante yegua tenía con qué sentarse. Pero no, vamos a mantener la misma velocidad.

Como patrón de comparación tenemos que usar vidrieras para ver por el reflejo o la mirada de los otros zánganos que le miran las gomas, el ángulo de los ojos y la velocidad de rotación de los mismos nos van a dar una idea de velocidad y distancia, importante para esta técnica.



El Loco Iván se pone a la práctica utilizando la excusa de mirar algo que no encontramos, es decir, con cara de gilún total rotamos el cuerpo levemente, hasta podemos llegar a frenarnos, para mirar ese Peugeot ultimo modelo pero en realidad, si bien nuestro cuerpo sigue el vehículo levemente nuestros ojos giran completamente hacia atrás.

Dos opciones, o no se da cuenta, o se da cuenta, en el primero de los casos nos da pie para repetir la maniobra, pero en el segundo deberíamos actuar con más "carpa".

La maniobra se puede aplicar en numerosas ocasiones, hasta estando con una novia (por eso es ideal tener una de menor estatura que uno, para hacer el "Crazy Ivan Bride", el cual sólo implica rotación de cuello por sobre la cabeza de la dueña de turno.

Otra variante implica frenar en una vidriera para tener una rotación de sólo 90°, con cierta alevosía se puede dejar pasar al objetivo, luego aplicar "La carrera" y luego volver al "Crazy Ivan", los más avezados acostumbran combinar técnicas.

La visión periférica es el truco para esta técnica, quienes puedan ver un par de gomas con el rabillo del ojo y no quedar al descubierto son grandes expertos de la observacion tetal.


Lamentablemente el estudio de la Universidad de Garchford termina abruptamente, se cuenta que fue porque salieron todos a ver las gomas y/o orto de una nueva becaria y terminaron todo ahí.

Le sugerimos a los lectores continuar con sus propias técnicas

Las damas que se sientan ofendidas ante semejante estudio tengan en cuenta algo: menos mal que las miramos!!!!!! peor sería que ni nos interesemos por uds.!!!! El estudio busca perfeccionar los métodos mirones y no ser maleducados a la hora de pispear.


* Te gustó?, leé más en: http://www.fabio.com.ar

No hay comentarios: